De entrada mi sexo, mi edad y mis estudios no me permiten alcanzar el puesto que mis conocimientos y experiencia profesional acreditan. Pero hoy por hoy lo que cuenta en nuestra sociedad es llegar y llamar con un título bajo el brazo o con algo entre las piernas.
Lamentablemente después de haber trabajado y estudiado al mismo tiempo, solo puede alcanzar un FP2, en clases nocturnas con un gran sacrificio de mis horas de ocio, propias de la edad en que acontecían los hechos.
Así pues, transcurridos veinte años y después de creer haber alcanzado un buen trabajo, y pensar haber tocado el techo del éxito profesional (yo no quería, ni necesitaba nada más), la empresa quiebra, y ... ala, vete aquí que la mujer eficiente, trabajadora, ya madre y esposa. Se encuentra nuevamente teniendo que tamborilear con esta nueva generación de diplomados, licenciados y demás pluses sin catalogar.
No quiero quedarme en casa, me apetece trabajar, forma parte del ocio social y de la vidilla que da la masa que se mueve en la ciudad.
Entonces, surge. y trabajo, me adapto, me gusta, me implico y voy mejorando. Y de pronto, un buen día, se que las opciones son ...
Obligada a trabajar en un horario descatalogado e impropio de mis deseos i/u obligada a aprender la constitución, la ley de función publica, el estatuto de autonomía y todas las chominadas que tienen nombre propio, empiezan en mayúsculas y que algún cerebro prodigioso cree indispensable para poder ejercer de triste auxiliar administrativo; ya ni siquiera de funcionario, tan solo para ser un pringadillo laboral, interino o similar de esta, mi tierra. Para la atención de la ciudadania, esperando después de los conocimientos adquiridos, ejercer de gabinete de asesoramiento jurídico ! como mínimo!
Para luego, cuando estas dentro, ver que la inmensa mayoría de la representación de esos puestos y otros de igual o superior escalafón, estas ocupados por personajes que, aun subidos en unos enormes zancos no me alcanzan ni en sueños. Una sutil pero inmensa mayoría no saben como ejercer la función básica de escribir, hablar con coordinación y amabilidad, se han olvidado de en el ejercicio de sus funciones, de ejercer sus funciones (valga la redundancia), esas por las que han estado estudiando, invirtiendo y anelando durante años.
Y averiguas que el único fin, de todos esos esfuerzos, fue para pasar el resto de su vida profesional suspirando y soplando (yo creo que suspirando por lo que hubieran podido ser y no serán, y soplando por la vergüenza de haber olvidado a lo que vinieron).
Triste, pero cierto. Entonces es cuando pienso que no vale la pena dejar de ser quien soy, no quiero invertir más tiempo en conseguir ser uno de ellos. Me quiero, me gusto, me deseo sintiendome de aquí, de la tierra real, de la que piso.
Y ellos, los que paradogicamente han conseguido cruzar la frontera, evidentemente, felices de su logro, todos esos elegidos, que han sido capaces de leer, memorizar, y aprobar una quiniela de entre setenta y ochenta resultados en dos horas. Y luego, sumando, si hay suerte, el otro pac de puntos y aparte. Para acabar siendo ... Intransigibles, retorcidos, vagos, narcisistas, egocéntricos.
Ellas enseguida embarazadas, ellos ya pensando en promocionar. Todos juntos La Cosa Nostra. Que queremos que sean ? que pretendemos... que nos atiendan amable y eficientemente, imposible!
Pobres ...
